martes, 19 de junio de 2012

¿Quiénes son los mejores devotos? - Bhagavad Gita



ARJUNA:
1. Entre todos aquellos hombres que te adoran, oh Krishna, dime: ¿Quiénes son los mejores
devotos: los que te adoran en tu forma física, como Dios manifestado en forma
humana ,o aquéllos que te adoran como Luz Pura en tu forma imperecedera?

KRISHNA:
2. Aquéllos que me entregan las riendas de su vida, adorándome continuamente con su
amor, teniendo en Mí una Fe inamovible, éstos son los que Yo considero como los
mejores devotos.

3. Mas aquellos que aman al Eterno, Infinito e Imperecedero, como mi forma inmanifiesta,
La Energía Omnipresente que estando más allá del pensamiento no puede ser
abarcada por la mente humana, el Constante e Inmutable.

4. Aquéllos que llevando una vida en armonía con su mente controlada, amando por
igual a todas las cosas que existen, regocijándose en el bien de todas las criaturas, en
verdad, también vienen a Mí.

 5. No obstante, ardua es la tarea de aquéllos cuya meta a alcanzar es mi Forma Inmanifiesta.
Porque el camino que conduce a este estado es muy difícil y duro para aquellos
mortales que pretendan conseguirlo.

6. Mas aquéllos para quienes Yo soy su Fin Supremo y me entregan las riendas de su
vida, ofreciéndome los frutos de todas sus acciones.

7. Aquéllos que, con amor puro, meditan en Mí y me adoran, muy pronto quedan libres
de las influencias del océano de Maya. Ya no son muertos en vida, pues libres están
ya de la muerte, al entregarme su vida a Mí.

8. Pon todo tu amor únicamente en Mí y entrégame tu mente. De este modo, en verdad,
encontrarás en Mí vida eterna.

9. Mas si no te resulta fácil entregarme tu mente, entonces intenta entregármela mediante
la práctica del Yoga de la concentración.

10. Si no te resulta fácil concentrarte, ofréceme todos tus trabajos a Mí. Tan sólo tratando
de servirme con todas las acciones que haces, te será posible alcanzar la perfección.

11. Incluso, si hacer esto te resultase difícil, haz entonces que la devoción por Mí, sea tu
refugio. Entrégame los frutos de todas tus acciones, sirviéndome con devoción y
humildad en tu corazón.

12. En verdad, la concentración es mejor que el mero esfuerzo, y aún mejor que la concentración
es la meditación pero aún por encima de la meditación está la entrega
por amor, en servicio desinteresado, porque la consecuencia de la entrega es Paz.

13. El hombre de buena voluntad que muestra simpatía y compasión por todas las criaturas,
que libre de todo egoísmo, ya no concibe pensamientos como “Yo” o “Mío”,
dotado de una paz estable, permanece en armonía tanto en los momentos de placer,
como en los de desdicha, manteniendo una actitud continua de perdón hacia toda
ofensa:

 14. Un Yogui de estas cualidades, siempre esforzándose con determinación en la práctica
del Yoga, al tiempo que alegre y complacido, que concentra su mente y su visión
interior en Mí, este hombre en verdad me ama, al igual que Yo le amo a él.


 
15. Aquél que nada ni nadie le perturba, siendo a su vez fuente de paz para los otros,
aquél que está más allá de las emociones, el odio y el miedo, éste es también Mi
amado.

16. Aquél que está libre de las atracciones y promesas del mundo, que es puro y sabio,
siendo consciente de todo lo que hace, sin verse afectado por la naturaleza cambiante
de la dualidad, y que, dejándose llevar y confiando, ofrece todos sus trabajos
a Dios y no a él, en verdad, este hombre a Mí me ama y Yo le amo también.

17. Aquél que no siente atracción ni repulsión, que ha renunciado a los logros personales
y la obtención de bienes, que, estando más allá del bien y del mal, ya no se queja
por nada, agradeciéndome todo con su amor, a este hombre Yo le amo en verdad.

18. El hombre que, sin hacer diferencias entre sus amigos y sus enemigos, los ama a
todos por igual, cuya alma permanece inalterable tanto en el éxito como en la desgracia,
habiendo superado ya todas las experiencias sensoriales de frío y calor, placer
y dolor, libre ya de las ataduras de los apegos.

19. Que permanece inalterable tanto en la infamia como en los halagos, sumergiendo su
alma en el silencio, cuyas riquezas no son de este mundo, y siendo feliz con lo que
tiene, agradeciéndomelo con su amor, en verdad, este hombre gana Mi amor, y así
lo obtiene.

20. Pero aún mucho más queridos para Mi son aquellos que, teniendo Fe y Amor, me
consideran como su Fin Último. En verdad, aquellos que escuchan mis palabras de
verdad, con el corazón abierto, y beben de las Aguas de la Vida Eterna, me son entrañablemente
queridos.


                                                    Bhagavad Gita

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