sábado, 12 de diciembre de 2015

Nisargadatta Maharaj - Bidi











En las Dimensiones que ustedes nombran Unificadas,
no hay palabra: hay Radiación y Vibración. La palabra es una separación, una proyección.










Mientras creas que tienes un camino, mientras creas ser una persona
separada de otras personas. Ustedes participan del mismo sueño,
la misma estafa. Este mundo no existe.













Toda palabra es una proyección dentro de la Ilusión.












Desde el instante donde una palabra es formulada,
la forma aparece,
incluso si la consciencia desaparece.







Aceptad desaparecer, aceptad ser el más pequeño y seréis el Todo.
“Mientras que no os hayáis bajado vosotros mismos, no seréis Elevados”





martes, 1 de octubre de 2013

domingo, 15 de septiembre de 2013

jueves, 4 de abril de 2013

jueves, 31 de enero de 2013

Es imposible que haya pensamientos neutros - Un Curso de Milagros








Además de reconocer que los pensamientos 
no son nunca fútiles, la salvación requiere que
 también reconozcas que cada pensamiento
 que tienes acarrea paz o guerra, amor o miedo. 
Un resultado neutral es imposible porque es
 imposible que haya pensamientos neutros.




Un Curso de Milagros




jueves, 29 de noviembre de 2012

jueves, 15 de noviembre de 2012

miércoles, 14 de noviembre de 2012

No veas pecado y el miedo no podrá apoderarse de tí.













Los que llevan años aprisionados con pesadas 
cadenas, hambrientos y demacrados, débiles 
y exhaustos, con los ojos aclimatados a la oscuridad 
desde hace tanto tiempo que ni siquiera
 recuerdan la luz, no se ponen a saltar de alegría en el
 instante en que se les pone en libertad. 
Tardan algún tiempo en comprender lo que es la libertad. 
Andabas a tientas en el polvo y encontraste
 la mano de tu hermano, indeciso de si soltarla o bien
 asirte a la vida por tanto tiempo olvidada.
 Agárrate aún con más fuerza y levanta la vista para
 que puedas contemplar a tu fuerte compañero,
en quien reside el significado de tu libertad.
Él parecía estar crucificado a tu lado.
 Sin embargo, su santidad ha permanecido intacta y
 perfecta, y, con él a tu lado, este día entrarás en 
el Paraíso y conocerás la paz de Dios.
Eso es lo que mi voluntad dispone para ti y para tu
 hermano, y para cada uno de vosotros con 
respecto al otro y con respecto a sí mismo.
 Ahí sólo se puede encontrar santidad y unión sin límites.
 Pues ¿qué es el Cielo sino unión, directa y perfecta, 
y sin el velo del temor sobre ella? 
Ahí somos uno, y ahí nos contemplamos a nosotros
 mismos, y el uno al otro, con perfecta dulzura. 
Ahí no es posible ningún pensamiento de
separación entre nosotros. 
Tú que eras un prisionero en la separación eres 
ahora libre en el Paraíso. 
Y allí me uniré a ti, que eres mi amigo, mi hermano
 y mi propio Ser.
El regalo que le has hecho a tu hermano me ha dado
 la certeza de que pronto nos uniremos. 
Comparte, pues, esta fe conmigo, y no dudes de que
 está justificada. 
En el amor perfecto no hay cabida para el miedo 
porque el amor perfecto no conoce el pecado 
y sólo puede ver a los demás como se ve a sí mismo. 
Si mira dentro de sí mismo con caridad, 
¿qué podría inspirarle temor afuera? 
Los inocentes ven seguridad, y los puros de corazón 
ven a Dios en Su Hijo y apelan al Hijo para que él 
los guíe al Padre. 
¿Y a qué otro lugar querrían ir, 
sino allí donde anhelan estar? 
Tú y tu hermano os conduciréis el uno al otro hasta 
el Padre tan irremediablemente como que Dios 
creó santo a Su Hijo y así lo conservó. 
En tu hermano se encuentra la luz de la eterna 
promesa de inmortalidad que Dios te hizo.
 No veas pecado en él, y el miedo no podrá 
apoderarse de ti.



Un Curso de Milagros





En el amor perfecto no hay cabida para el miedo - Un Curso de Milagros












En el amor perfecto no hay cabida para el miedo 
porque el amor perfecto no conoce el pecado y sólo puede
 ver a los demás como se ve a sí mismo. 
Si mira dentro de sí mismo con caridad, 
¿qué podría inspirarle temor afuera? 
Los inocentes ven seguridad, y los puros de corazón ven
 a Dios en Su Hijo y apelan al Hijo para 
que él los guíe al Padre.





Un Curso de Milagros






Nada puede herirte...







miércoles, 17 de octubre de 2012

Expiación sin sacrificio - Un Curso de Milagros







Hay otro punto que debe quedar perfectamente claro antes de que pueda desaparecer cualquier residuo de temor que aún esté asociado con los milagros. La crucifixión no estableció la Expia­ción; fue la resurrección la que lo hizo. Son muchos los cristianos sinceros que no han entendido esto correctamente. Nadie que esté libre de la creencia en la escasez podría cometer tal equivoca­ción. Si se examina la crucifixión desde un punto de vista inver­tido, parece como si Dios hubiese permitido, e incluso fomentado, el que uno de Sus Hijos sufriese por ser bueno. Esta desafortu­nada interpretación, que surgió como resultado de la proyección, ha llevado a muchas personas a vivir sumamente atemorizadas de Dios. Tales conceptos anti-religiosos se infiltran en muchas reli­giones. El auténtico cristiano, sin embargo, debería hacer una pausa y preguntarse: "¿Cómo iba a ser posible esto? ¿Cómo iba a ser posible que Dios Mismo fuese capaz de albergar el tipo de pensamiento que Sus Propias palabras han señalado claramente que es indigno de Su Hijo?"

La mejor defensa, como de costumbre, consiste en no atacar la posición de otro, sino más bien en proteger la verdad. No es muestra de gran sensatez aceptar un concepto si para justificarlo tienes que invertir todo un marco de referencia. Este procedi­miento es doloroso en sus aplicaciones menores, y verdadera­mente trágico en una escala mayor. Con frecuencia la persecución termina siendo un intento de "justificar" la terrible y errónea per­cepción de que Dios Mismo persiguió a Su Propio Hijo en nombre de la salvación. Ni siquiera las mismas palabras tienen sentido. Superar esto ha sido sumamente difícil, pues si bien este error no es más difícil de corregir que cualquier otro, son muchos los que no han estado dispuestos a abandonarlo en vista de su eminente valor como defensa. Un ejemplo menos dramático es el del padre que dice: "Esto me duele a mí más que a ti", y se siente exonerado al darle una paliza a su hijo. ¿Crees que nuestro Padre piensa realmente así? Es tan esencial eliminar cualquier pensamiento de este tipo que debemos asegurarnos de que nada semejante permanezca en tu mente. Yo no fui "castigado" porque tú fueses malo. La lección completamente benévola que la Expiación enseña se echa a perder si se mancilla con cualquiera de las formas en que esta clase de distorsión se manifiesta.



La afirmación: "Mía es la venganza, dice el Señor" es una per­cepción falsa mediante la cual uno le atribuye a Dios su propio pasado "malvado". Ese pasado "malvado" no tiene nada que ver con Dios. Él no lo creó, ni tampoco lo sustenta. Dios no cree en el castigo. Su Mente no crea de esa manera. Dios no tiene nada contra ti por razón de tus "malas" acciones. ¿Cómo sería posible entonces que me hubiese acusado a mí por ellas? Asegúrate de que reconoces cuán absolutamente imposible es esta suposición, y también de que procede enteramente de la proyección. Este tipo de error es responsable de una multitud de errores similares, incluyendo la creencia de que Dios rechazó a Adán y lo expulsó del jardín del Edén. Quizá por eso piensas a veces que no te estoy guiando bien. He tomado las máximas precauciones para usar palabras que sean casi imposible de distorsionar, pero siem­pre es posible tergiversar los símbolos si así se desea.

El sacrificio es una noción que Dios desconoce por completo. Procede únicamente del miedo, y los que tienen miedo pueden ser crueles. Cualquier forma de sacrificio es una violación de mi exhortación de que debes ser misericordioso al igual como nues­tro Padre en el Cielo lo es. A muchos cristianos les ha resultado difícil darse cuenta de que esto les atañe a ellos. Los buenos maestros nunca aterrorizan a sus estudiantes. Aterrorizar es ata­car, y como resultado de ello se produce un rechazo de lo que el maestro ofrece, malográndose así el aprendizaje.

Se me ha llamado correctamente "el cordero de Dios que quita los pecados del mundo", mas quienes representan al cordero man­chado de sangre no entienden el significado del símbolo. Si se entiende correctamente, es un símbolo muy simple que habla de mi inocencia. El león y el cordero tendidos el uno junto al otro simbolizan que la fuerza y la inocencia no están en conflicto, sino que viven naturalmente en paz. "Bienaventurados los puros de corazón porque ellos verán a Dios" es otra forma de decir lo mismo. Una mente pura conoce la verdad y en eso radica su fuerza. No confunde la destrucción con la inocencia porque aso­cia la inocencia con la fuerza y no con la debilidad.

La inocencia es incapaz de sacrificar nada porque la mente ino­cente dispone de todo y sólo se esfuerza por proteger su plenitud. No puede proyectar. Tan sólo puede honrar a otras mentes por­que honrar a otros es el saludo natural de los verdaderamente amados hacia los que son como ellos. El cordero "quita los peca­dos del mundo" en el sentido de que el estado de inocencia, o gracia, es uno en que el significado de la Expiación es perfecta­mente obvio. La Expiación carece por completo de ambigüedad. Es perfectamente inequívoca porque existe en la luz. Única­mente los intentos de ocultarla en las tinieblas han hecho que sea inaccesible para aquellos que eligen no ver.






La Expiación de por sí sólo irradia verdad. Es, por lo tanto, el epítome de la mansedumbre y derrama únicamente bendiciones. No podría hacer eso si procediese de cualquier otra fuente que no fuese la perfecta inocencia. La inocencia es sabiduría porque no tiene conciencia del mal; y el mal no existe. No obstante, es per­fectamente consciente de todo lo que es verdad. La resurrección demostró que nada puede destruir a la verdad. El bien puede resistir cualquier clase de mal, al igual que la luz disipa cualquier clase de oscuridad. La Expiación es, por lo tanto, la lección per­fecta. Es la demostración concluyente de que todas las demás lecciones que enseñé son ciertas. Si puedes aceptar esta generali­zación ahora, no tendrás necesidad de aprender muchas otras lec­ciones de menor importancia. Basta con que creas esto para que te liberes de todos tus errores.







La inocencia de Dios es el verdadero estado mental de Su Hijo. En ese estado tu mente conoce a Dios, pues Dios no es algo sim­bólico; Dios es un Hecho. Cuando conoces a Su Hijo tal como es, te das cuenta de que la Expiación, y no el sacrificio, es la única ofrenda apropiada para el altar de Dios, en el que sólo la perfección tiene cabida. El entendimiento de los inocentes es la verdad. Por eso es por lo que sus altares son verdaderamente radiantes. 



viernes, 14 de septiembre de 2012

Estáis atrapados en un célula de tiempo - Lo Real y la ilusión - Por Zelaya Ofem










El diccionario nos dice que la ilusión es una imagen 
sugerida por los sentidos que carece de 
verdadera realidad.

A esta definición le podemos añadir:
 La ilusión es una creencia en algo que no existe

La ilusión es todo aquello que es irreal, lo que
 muere, lo que es perecedero.

Presta atención peregrino...

Estamos atrapados en una célula de tiempo
que no nos permite ver lo Real.


Todo lo que pasa en este mundo es una ilusión, no existe,
 porque no es eterno, solo lo Real es eterno,
 como Dios, la Fuente, el Espíritu y el Amor.

Todo lo que es Real es Verdadero, Amoroso, Eterno,
 Infinito e Intemporal.


Pasado y futuro, son ilusiones porque no
 están en el Aquí y el Ahora. 
Solo el presente es Real.
Sólo en el Presente podemos salir fuera del 
tiempo y alcanzar la Visión. 
(Visión con mayúscula se refiere al poder
de contemplar lo Real )

El cuerpo y las formas externas son ilusiones 
porque mueren, no son eternas.

Todo lo que vemos desde nuestros ojos es una ilusión.

Todo lo que percibimos a través de nuestros 
sentidos es una ilusión.

Solo tu Espíritu es Real y Eterno, tu verdadero Ser, 
tu verdadera Identidad.

Las ilusiones operan dentro del tiempo.


Cuando percibimos lo Real , salimos del tiempo y 
entramos en la intemporalidad de la Eternidad.

El caos es una ilusión, cada que vez que veas caos 
fuera de ti, darás testimonio de que te identificas
con él , rechazando tu Verdadera Identidad Divina.

El ego es la fabrica de las ilusiones.
 El ego es el sistema de pensamiento
 errado que debemos deshacer.
Nos lleva a percibir solo miedos
 generando ilusiones.

El miedo es el contenido de todas las ilusiones.

Peregrino aún no te has dado cuenta que estamos 
atrapado en una célula de tiempo??
Aun crees que este mundo es real?
Aun crees que tu hermano es solo un cuerpo?
 Aún no sabes quién Eres?

Reemplaza urgente la ilusión por lo
Real y Verdadero, hallaras paz
y morarás en la Eternidad.

Sale del tiempo y contempla lo Real
donde la Eternidad se hace presente y 
el Amor se extiende quemando toda ilusión

Retorna del tiempo de lo efímero,
deja ya tus sueños de muerte e irrealidades
temporales que veneras como reales.

Rasga el velo de tus ojos y
descubre la Esencia de tu templo,
Majestuosa Presencia del Divino
Amor.

Y lo Real brillará ante ti.
Núnca más te distraerás mirando el mundo,
cesaras la búsqueda de tesoros externos.
Y descubrirás que el verdadero Tesoro
 yace dentro de ti.



Por Zelaya Ofem






jueves, 6 de septiembre de 2012

Los ojos del cuerpo - Un Curso de Milagros














Advierte cómo los ojos del cuerpo se 
posan en lo exterior sin poder ir 
más allá de ello. 
Observa cómo se detienen ante lo que no 
es nada, incapaces de comprender el 
significado que se encuentra más 
allá de la forma. 
Nada es tan cegador como la percepción 
de la forma. 
Pues ver la forma significa que el 
entendimiento ha quedado velado.

















Pues los ojos fueron concebidos para que 
viesen un mundo que no existe, y los oídos,
 para que oyesen voces insonoras. 
Mas hay otros panoramas y sonidos que sí se 
pueden ver, oír y comprender. 
Pues los ojos y los oídos son sentidos sin sentido,
 y lo único que hacen es relatar lo que ven y lo que oyen. 
Mas no son ellos los que ven y oyen, sino tú, 
quien ensambló cada trozo irregular, 
cada migaja y fragmento absurdo de prueba para
 que diera testimonio del mundo que deseas. 
No permitas que los ojos y los oídos del cuerpo
 perciban estos innumerables fragmentos 
dentro de la brecha que tú te imaginaste, 
ni permitas que persuadan a su hacedor de que 
sus fabricaciones son reales.














Los ojos del cuerpo ven únicamente formas. 
No pueden ver más allá de aquello para cuya 
contemplación fueron fabricados. 
Y fueron fabricados para fijarse en los errores
 y no ver más allá de ellos. 
Su percepción es ciertamente extraña, 
pues sólo pueden ver ilusiones, al no poder
 ver más allá del bloque de granito del
 pecado y al detenerse ante la forma 
externa de lo que no es nada.















El árido desierto, las tinieblas y la
falta de vida, sólo se ven a través de los
ojos del cuerpo.











Todo lo que los ojos del cuerpo pueden

ver es una equivocación, un error de
percepción, un fragmento distorsionado
del todo sin el significado que 
éste le aportaría. 






domingo, 2 de septiembre de 2012

Los miedos - Un Curso de Milagros








El miedo es un extraño en los
 caminos del amor. 
Identifícate con el miedo, y te vuelves un 
extraño ante tus propios ojos. 
Y de este modo, no te conocerás a ti mismo.



*

Puedes ciertamente permitirte el lujo de
 reírte de los pensamientos de miedo, 
recordando que Dios va contigo 
dondequiera que tú vas.


*

El miedo condena y el amor perdona.


*

El miedo no tiene cabida en una 
mente que Dios ama.

*

La presencia del miedo es señal inequívoca
 de que estás confiando en tu propia fortaleza. 
La conciencia de que no hay nada que 
temer indica que en algún lugar de tu mente,
 aunque no necesariamente en un lugar que 
puedas reconocer, has recordado a Dios y has 
dejado que Su fortaleza ocupe el 
lugar de tu debilidad. 
En el instante en que estés dispuesto a hacer
 eso, ciertamente no habrá nada que temer.



*



Si hay miedo, es que no hay amor perfecto


*

Si hay miedo, éste produce un estado que no existe.





El miedo aprisiona al mundo. 
El perdón lo libera.


*


Hemos visto que tu mente sólo tiene dos partes. 
Una de ellas la gobierna el ego
 y se compone de ilusiones.
 La otra es la morada del Espíritu Santo,
 donde reside la verdad. 
Sólo puedes escoger entre estos dos guías, 
y los únicos resultados que pueden
 proceder de tu elección son el miedo que el 
ego siempre engendra o el amor que el 
Espíritu Santo siempre ofrece para reemplazarlo.


*

Estoy a salvo hoy porque no hay más
 voluntad que la de Dios. 
Siento miedo sólo cuando creo que hay 
otra voluntad. 
Trato de atacar únicamente cuando tengo
 miedo, y sólo cuando trato de atacar 
puedo creer que mi eterna seguridad 
se ve amenazada.


*

Los que están libres de culpa no tienen miedo,
 pues están a salvo y reconocen 
su seguridad


*

No hay hogar que pueda darle cobijo 
al amor y al miedo, pues no pueden coexistir. 
Si tú eres real, el miedo no puede sino ser una ilusión. 
Mas si el miedo es real, entonces eres tú el que no existe.


*

Quien ve a un hermano como un cuerpo 
lo está viendo como el símbolo del miedo.


*

La gracia es la aceptación del amor de Dios
 en un mundo de aparente odio y miedo. 
Sólo mediante la gracia pueden 
desaparecer el odio y el miedo, pues la gracia
 da lugar a un estado tan opuesto a todo
 lo que el mundo ofrece, que aquellos cuyas
 mentes están iluminadas por el don de la
 gracia no pueden creer que el mundo 
del miedo sea real.


*

Aléjate del miedo y dirígete al amor.





martes, 28 de agosto de 2012

El miedo es un engaño - Ni una sola cosa en este mundo es verdad sea cual sea la forma en que se manifieste.










El miedo, de la clase que sea, no está justificado.



El miedo es un engaño. 
Da testimonio de que te has visto a ti mismo 
como nunca podrías ser y, por lo tanto, 
contemplas un mundo que no puede ser real. 
Ni una sola cosa en ese mundo es verdad. 
Sea cual sea la forma en que se manifieste, 
sólo da fe de tus ilusiones acerca de ti mismo. 
No nos dejemos engañar hoy. 
Somos los Hijos de Dios. 
El miedo no tiene cabida en nosotros, pues 
cada uno de nosotros es parte del Amor Mismo.

¡Cuán infundados son nuestros miedos! 
¿Ibas acaso a permitir que Tu Hijo sufriese? 
Danos fe hoy para reconocer a Tu Hijo y liberarlo. 
Perdonémosle hoy en Tu Nombre, para poder
 entender su santidad y sentir por él el amor 
que Tú también sientes por él.



Lección 240 - Curso de Milagros