lunes, 27 de agosto de 2012

Cuentitos de Anthony de Mello










Profundidad


Le dijo el Maestro al hombre de negocios:
"Del mismo modo que el pez perece
en tierra firme, así también pereces tú
cuando te dejas enredar en el mundo.
El pez necesita volver al agua...y
tú necesitas volver a la soledad.

El hombre de negocios no salía de su
asombro."¿Debo, pues, renunciar
a mis negocios e ingresar en un monasterio?

No, nada de eso. Sigue con tus negocios
y entra en tu corazón.








Interioridad


El discípulo quería un sabio consejo.

Ve, siéntate en tu celda, y tu celda te enseñará
la sabiduría, le dijo el Maestro.

Pero si yo no tengo ninguna celda...
Si yo no soy monje...

Naturalmente que tienes una celda.
Mira dentro de ti.









Hablar


El discípulo no podía reprimir las ganas
que tenía de contarle al Maestro
el rumor que había oído en el mercado.

Aguarda unos minutos, dijo el Maestro.
Lo que piensas contarnos ¿es verdad?

No lo creo..

¿Es util?

No, no lo es

¿Es divertido?

No

Entonces ¿ porqué tenemos que oírlo?







Discipulado


A un visitante que solicitaba hacerse 
discípulo suyo le dijo el Maestro:
Puedes vivir conmigo,
pero no hacerte seguidor mio.

¿Y a quién he de seguir, entonces?

A nadie.
El día en que sigas a alguien habrás
dejado de seguir a la Verdad.




Del libro ¿Quién puede hacer que amanezca? - Anthony de Mello






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