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viernes, 15 de junio de 2012

La Enfermedad - Un Curso de Milagros


AQUÍ ALGUNOS PARRAFOS SOBRE LA ENFERMEDAD DEL LIBRO DE TEXTO DE UN CURSO DE MILAGROS


Los milagros te capacitan para curar a los enfermos 
y resucitar a los muertos porque tanto la 
enfermedad como la muerte son invenciones tuyas,
 y, por lo tanto, las puedes abolir. 
Tú mismo eres un milagro, capaz de crear a 
semejanza de tu Creador. 
Todo lo demás no es más que tu propia pesadilla
 y no existe.  Sólo las creaciones de luz son reales.


*




La enfermedad es una forma de búsqueda externa. 
La salud es paz interior. 
La paz te permite mantenerte ecuánime ante cualquier
falta de amor procedente de afuera,
y te capacita, mediante tu aceptación de los milagros,
para corregir las condiciones que resultan de la falta
de amor en los demás.


*



La plenitud cura porque es algo propio de la mente. 
Toda clase de enfermedad, e incluso la muerte, 
son expresiones físicas del miedo a despertar. 
Son intentos de reforzar el sueño debido al miedo a despertar.
 Ésta es una forma patética de tratar 
de no ver inutilizando la facultad de ver. 
"Descansa en paz" es una bendición para los vivos,
 no para los muertos, ya que el descanso procede de despertar, 
no de dormir. 


*


La enfermedad, no obstante, no es algo que se ori­gine
 en el cuerpo, sino en la mente.
Toda forma de enfermedad es un signo de que la 
mente está dividida y de que no está acep­tando
 un propósito unificado.


*


 Creer que un Hijo de Dios puede estar enfermo es 
creer que parte de Dios puede sufrir. 
 El amor no puede sufrir porque no puede atacar. 
Recordar el amor, por lo tanto, trae consigo invul­nerabilidad. 
No te pongas de parte de la enfermedad en presen­cia de un Hijo de Dios 
aunque él crea en ella, pues tu aceptación de que Dios
 reside en él da testimonio del Amor de Dios que
 él ha olvidado. 
 Tu reconocimiento de que él forma parte de Dios le recuerda la verdad 
acerca de sí mismo, que él está negando


*


 La enfermedad es idolatría porque es la creencia de que
 se te puede desposeer de tu poder. 
Esto, no obstante, es imposible porque formas parte 
de Dios, que es todo poder. Un dios enfermo no puede por menos 
que ser un ídolo, hecho a imagen y semejanza
 de lo que su hace­dor cree ser. 
Y esto es exactamente lo que el ego percibe en un Hijo de Dios: 
un dios enfermo, auto-creado, auto-suficiente, sumamente perverso 
y extremadamente vulnerable.



*

 
Cuando un hermano está enfermo es porque no está pidiendo paz,
 y, por lo tanto, no sabe que ya dispone de ella. 
Aceptar la paz es negar lo ilusorio, y la enfermedad es una ilusión.
 Todo Hijo de Dios, no obstante, tiene el poder de negar lo ilusorio en cualquier 
parte del Reino simplemente negándolo completamente
 en sí mismo. Yo puedo curarte porque te conozco. 
Conozco tu valía por ti, y esta valía es lo que te hace íntegro. 
Una mente íntegra no es idólatra ni sabe de leyes conflictivas. 
Te curaré simplemente porque sólo tengo un mensaje, 
y ese mensaje es verdad. 
Tu fe en él te hará íntegro cuando tengas fe en mí.




 Dicho llanamente, pues, puede que creas que tienes 
miedo de la nada, pero en realidad tienes miedo 
de lo que no es nada. 
Y al darte cuenta de esto sanas. 
Oirás al Dios al que prestes atención. 
Inventaste al dios de la enfermedad, y al inventarlo te capacitaste para oírle. 
No obstante, no lo creaste, pues él no es la Voluntad del Padre. 
Por lo tanto, no es eterno, y quedará des-hecho 
en el instante en que indiques que 
estás dispuesto a aceptar solamente lo eterno.



*

Los ritos del dios de la enfermedad son extraños y muy estric­tos. 
En ellos la alegría está prohibida, pues la depresión 
es la señal de tu lealtad a él. 
La depresión significa que has abjurado de Dios. 
Son muchos los que tienen miedo de la blasfemia, 
mas no entienden lo que ésta es. 
No se dan cuenta de que negar a Dios es negar su propia Identidad, 
y en este sentido el costo del pecado es la muerte.
 Esto es así en un sentido muy literal: 
negar la vida hace que se perciba su opuesto, 
de la misma manera en que toda forma de negación reemplaza
 lo que existe con lo que no existe. 




 Mantenerse fiel a la negación de Dios es la doctrina del ego. 
El dios de la enfermedad obviamente exige la negación de la salud, 
ya que la salud está en clara oposición a su propia supervivencia. 
Mas considera lo que esto significa para ti. 
A menos que estés enfermo no puedes conservar los dioses que inventaste, 
pues sólo estando enfermo podrías desearlos. 
La blasfemia, por lo tanto, es destructiva para el yo,
 pero no puede destruir a Dios.
 Blasfemar significa que estás dispuesto a no conocerte 
a ti mismo a fin de estar enfermo.


*


 No puedes ser feliz a menos que hagas lo que realmente es 
tu voluntad, y esto no se puede cambiar 
porque es inmutable. 
Es inmutable porque es la Voluntad de Dios y la tuya, 
pues de otro modo Su Voluntad no podría extenderse. 
Tienes miedo de saber cuál es la Voluntad de Dios porque 
crees que no es la tuya. 
Esta creencia es lo que da lugar a la enfermedad y al miedo. 
Todo síntoma de enfermedad y de miedo emana de ella porque 
es la creencia que hace que no quieras saber. 
Al creer esto te ocultas en la oscuridad, 
negando que la luz se encuentre en ti.


                                                                                                   Continuará...