¿Que podría decirte un hermano tan santo, excepto la verdad?
Sus palabras son la respuesta que el Espíritu Santo te da a tí.
No podrás saber la confianza que tengo en ti a no ser que la extiendas. No tendrás confianza en la dirección que te ofrece el Espíritu Santo, o no creerás que es para ti, a menos que la oigas en otros. Oye de tu hermano lo que quisieras que yo oyese de ti, pues tú no querrías que yo fuese engañado.
Si me quieres oir, oye a mis hermanos en quienes la Voz que habla por Dios se expresa. La respuesta a todas tus oraciones reside en ellos. Recibirás la respuesta a medida que la oigas en todos tus hermanos.
Al seguir este camino estarás buscando la verdad en ti.
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